WARMSHOWERS

¿Qué coño es eso?
Pues es una de las cosas que más me está gustando en el viaje, es una forma de conocer gente muy interesante, y sobre todo soñadora, es una forma de redirigir la ruta a seguir mediante información de primera mano, es una red de cicloturistas que te ofrecen una ducha caliente y un lugar donde pasar la noche (jardín, cama, sofá, suelo...) y por último, pero muy en último lugar, es una forma de ahorrar dinero.
Trasteando en internet, no sé cómo ni dónde, di con ella y os puedo asegurar que puede ser la sorpresa positiva mejor del viaje.
Mis 4 primeros "hosters" han sido perfectos, y lo mejor es que todos han sido diferentes, muy diferentes...

-Tarbes. Jean ,fotografo jubilado, apasionado del sky, pero al que una lesión le ha hecho decantarse por la bicicleta, algo así como 15000 km en sus piernas, prácticamente toda Europa, y con un proyecto para agosto de este año para ir desde Ecuador hasta Tierra de Fuego.



- Tolousse. Joell, unos 26 años trabaja para Airbus como media ciudad, usa una recumbent bike. Aficiones: el baile, el piano y la bici. Su proyecto mas inmediato es conseguir un reto con la federación francesa de cicloturismo, visitando ciertos puntos repartidos por toda Francia. Gran vocabulario en inglés de las diferentes partes de una bicicleta.


-Montpellier. Joelle,madre de 3 hijos, súper agradable conmigo, me hizo sentir como en casa. Ha hecho la ruta del Ródano, para acercarse así al Danubio y llegar hasta el Mar Negro en Rumanía; ida y vuelta en dos viajes distintos; sola (¿oído, mujercitas madrileñas?). Con ella conozco a su novio Michelle, dueño de un taller artesano de bicicletas y apasionado del surf (Michelle gracias por tus reparaciones); tambien conozco a Sergiu, médico rumano de prestigio y muy preocupado con la imagen que en España tenemos de los rumanos, con él probé los mejillones con patatas fritas en el centro de Montpellier y descubrí lo original que fue Moneo con el Poligone.


-Luc-en-Diois. Sylvian y Maki. Habitantes de una casa súper bonita en un entorno de montañas precioso. Un francés que da la vuelta al mundo en bici durante 3 años, conoce a una japonesa especialista del sushi en Kirziguistán (no se si está bien escrito), y un tiempo después me tienen allí cenando con ellos, siendo testigo de que nada es imposible en la vida. Tienen mil productos caseros: cerveza, aguardiente, mermelada, y este año van a probar con las uvas de su parra.



Quiero agradecerle a todos su hospitalidad, su energía y tiempo empleadas en mí, el hacerme más fácil la soledad... Y quiero invitarles a que me den la oportunidad de devolverles en alguna ocasión su generosidad hacia mí.
GRACIAS A TODOS
MUCHAS GRACIAS.

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